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Tristeza y depresión, ¿cómo saber cuándo recurrir a un/a profesional?




La tristeza

La tristeza es una emoción normal que cualquier persona puede experimentar en una situación estresante, un proceso de duelo o episodio traumático, tal es, la pérdida de un ser querido, quedarse sin empleo o terminar una relación. Sin embargo, a pesar de que la tristeza pueda permanecer algunos días, una persona que la experimenta puede usualmente encontrar alivio y desahogo en hablar de sus frustraciones con otras personas o llorar.

A menudo la tristeza está relacionada con una situación específica y usualmente pasa con el tiempo. Si se mantiene y empeora con las semanas, dificultando que la persona realice sus labores diarias, podríamos estar hablando de depresión.

La depresión

La depresión es entendida como un trastorno del ánimo, donde la tristeza junto a otros síntomas tienen una intensidad o duración suficiente como para interferir en la funcionalidad de dos o más áreas de la vida. En este sentido, es entendida como un trastorno afectivo que se manifiesta clínicamente por un descenso del ánimo, anhedonia (incapacidad de experimentar placer), baja autoestima, aumento del autocriticismo y perfeccionismo (Botto, Acuña & Jiménez, 2014).

La depresión tiene una naturaleza multicausal y puede ser entendida como una respuesta a una situación traumática, situaciones psicosociales estresantes, vulneración y en algunos casos se puede relacionar con un componente genético, por lo que, antes de elaborar un diagnóstico, tu psicoterapeuta o psiquiatra se concentrará en indagar en las situaciones recientes y los distintos antecedentes de tu historia vital y familiares.

Los síntomas o trastornos depresivos pueden aparecer en varios trastornos físicos, que incluyen los trastornos tiroideos y suprarrenales, los tumores encefálicos benignos y malignos, el accidente cerebrovascular, el sida, la enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple (Coryell, 2018). En la línea de trastornos afectivos, es importante definir si es la depresión un episodio o es parte del transcurso de otros trastornos afectivos, tales como, trastorno depresivo persistente (distimia), depresión postparto, trastorno afectivo estacional, trastorno bipolar, otro trastorno depresivo especificado o no especificado.

La depresión mayor se caracteriza por la presencia de 5 o más de los siguientes síntomas durante un periodo de 2 semanas que representan un cambio en la actividad previa y tiene como base el ánimo depresivo y la pérdida de interés o de la capacidad para experimentar placer:

1. estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi cada día según lo indica el propio sujeto (p. ej., se siente triste o vacío) o la observación realizada por otros (p. ej., llanto). En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable 2. disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades, la mayor parte del día, casi cada día (según refiere el propio sujeto u observan los demás) 3. pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso (p. ej., un cambio de más del 5 % del peso corporal en 1 mes), o pérdida o aumento del apetito casi cada día. Nota: En niños hay que valorar el fracaso en lograr los aumentos de peso esperables 4. insomnio o hipersomnia casi cada día 5. agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás, no meras sensaciones de inquietud o de estar enlentecido) 6. fatiga o pérdida de energía casi cada día 7. sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados (que pueden ser delirantes) casi cada día (no los simples autorreproches o culpabilidad por el hecho de estar enfermo) 8. disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día (ya sea una atribución subjetiva o una observación ajena) 9. pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse

Si necesitas ayuda, es importante que recurras a un profesional y él/ella realice el diagnóstico y plan de tratamiento. La depresión es un trastorno en la salud mental que no que no se relaciona con la fuerza de voluntad, todas las personas no la experimentan de la misma forma o con los mismos síntomas, no le ocurre a las personas por debilidad y no es sólo un estado de ánimo. Por lo que, el apoyo y la intervención temprana siempre es importante para un buen pronóstico.

Referencias:

Botto, A., Acuña, J & Jiménez, J. (2014). La depresión como un diagnóstico complejo. Implicancias para el desarrollo de recomendaciones clínicas. Recuperado de: https://scielo.conicyt.cl/pdf/rmc/v142n10/art10.pdf

Coryell, W. (2018).Trastornos depresivos. Recuperado de:

https://www.msdmanuals.com/es-cl/professional/trastornos-psiqui%C3%A1tricos/trastornos-del-estado-de-%C3%A1nimo/trastornos-depresivos

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