Consumo de alcohol y fiestas patrias: ¿cuándo el consumo de alcohol es un problema?
- Tania Velásquez

- 16 sept
- 4 Min. de lectura
Las fiestas patrias se constituyen en una de las festividades que genera más expectación y entusiasmo en la población, entre los feriados y la posibilidad de reunirse con amigos y familia se convierten en un momento esperado durante el año. No obstante, para algunas familias y personas, es un periodo difícil y de preocupación asociado al consumo problemático de alcohol y sus consecuencias.

En el último informe realizado por el servicio nacional para la prevención y rehabilitación de drogas y alcohol se da cuenta que cerca del 40% de los chilenos se embriaga una vez al mes, el 24,4% lo hizo dos veces, el 18,5% entre tres y cuatro veces, y un 13,9% cinco veces o más. Detectándose que 1 de cada 2 personas que consumen alcohol se embriaga y que dentro de los datos recabados, el 57,1% corresponde al grupo de personas de entre 25 y 34 años. Estadísticas que nos plantean interrogantes, por ejemplo, si esto nos da cuenta de una problemática asociada a la normalización del consumo de alcohol entre la población.
¿Cuándo el consumo se considera problemático?
El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, señala que se considera un patrón de consumo problemático de alcohol cuando este produce un deterioro o malestar clínicamente significativo y se manifiesta en al menos 2 de los siguientes 11 síntomas dentro de un periodo de 12 meses. El número de síntomas determina la gravedad: de 2 a 3 síntomas para el TCA leve, de 4 a 5 para el moderado y de 6 o más para el grave.
A menudo se consume alcohol en cantidades mayores o durante un período más prolongado del previsto.
Hay un deseo persistente o esfuerzos infructuosos para reducir o controlar el consumo de alcohol.
Se dedica mucho tiempo a actividades necesarias para obtener alcohol, consumir alcohol o recuperarse de sus efectos.
Antojo, o un fuerte deseo o urgencia de consumir alcohol.
El consumo recurrente de alcohol da como resultado el incumplimiento de obligaciones importantes en el trabajo, la escuela o el hogar.
Consumo continuado de alcohol a pesar de tener problemas sociales o interpersonales persistentes o recurrentes causados o exacerbados por los efectos del alcohol.
Se abandonan o reducen importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de alcohol.
Consumo recurrente de alcohol en situaciones en las que resulta físicamente peligroso.
El consumo de alcohol continúa a pesar de saber que tiene un problema físico o psicológico persistente o recurrente que probablemente haya sido causado o exacerbado por el alcohol.
Tolerancia, según se define por cualquiera de los siguientes:
Necesidad de consumir cantidades considerablemente mayores de alcohol para lograr la intoxicación o el efecto deseado.
Un efecto notablemente disminuido con el uso continuado de la misma cantidad de alcohol.
Retirada, manifestada por cualquiera de los siguientes factores:
El síndrome de abstinencia característico del alcohol (consulte la sección “¿Cómo se maneja la abstinencia del alcohol?” para conocer algunos síntomas de abstinencia del DSM-5-TR).
Se toma alcohol (o una sustancia estrechamente relacionada, como una benzodiazepina) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.
En este consumo problemático de alcohol se distinguen las siguientes etapas:
La primera etapa , denominada etapa de atracón/intoxicación, se asocia con el desarrollo de neurocircuitos de prominencia de incentivos, que vinculan la experiencia placentera y gratificante de beber con señales, de modo que estas adquieren relevancia motivacional. Estos y otros neurocircuitos contribuyen al desarrollo y fortalecimiento del consumo habitual de alcohol y pueden sentar las bases para el consumo compulsivo.
La segunda etapa , llamada etapa de abstinencia/afecto negativo, se asocia con estados como ansiedad, disforia e irritabilidad. Durante esta etapa, la persona siente la necesidad de alcohol para aliviar el malestar y el dolor emocional.
La tercera etapa , denominada etapa de preocupación/anticipación, se asocia con déficits en la función ejecutiva.
¿Cómo podemos introducir cambios en la pauta de hábitos de consumo?
Cuando ya se problematiza el consumo la idea es que se genere una pauta de reducción del consumo, esta considera:
Máximo 3 tragos por ocasión (de 330cc), tratando de lograr un consumo inferior al litro
Máximo beber 2 veces por semana y ojalá no días consecutivos, ya que la intoxicación se mantiene de un día a otro
El beber debe ser siempre con comida. Hay que evitar el consumo solitario Intercalar un trago de alcohol con uno de agua
Cada trago debe durar entre 40 y 60 minutos. Sorbos pequeños, conversar, comer, tomar agua entre medio.
Evita claves contextuales que estén asociadas al consumo, por ejemplo, caminar cerca de los bares que frecuentas, pasar por los pasillos de venta de alcohol del supermercado o reuniones sociales asociadas al consumo de alcohol.
Siempre es importante incluir a tus amigos y familia para que entre todos puedan propiciar un espacio de apoyo y contención, así como si sientes que el consumo ya está siendo un problema, es importante que te puedas apoyar en un profesional de la salud mental.
Referencias:
AIM (2024). Radiografía al consumo de bebidas alcohólicas de los chilenos: el 72,5% declara beber habitualmente y el 37 % lo hizo antes de los 18 años.https://aimchile.cl/radiografia-al-consumo-de-bebidas-alcoholicas-de-los-chilenos-el-725-declara-beber-habitualmente-y-el-37-lo-hizo-antes-de-los-18-anos/
National Institute on alcohol abuse and alcoholism. Trastorno por consumo de alcohol: del riesgo al diagnóstico y la recuperación. https://www.niaaa.nih.gov/health-professionals-communities/core-resource-on-alcohol/alcohol-use-disorder-risk-diagnosis-recovery



Comentarios